Ciencia que estudia el pasado de la humanidad
Para otros usos de este término, véase Historia (desambiguación).
La historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método, el propio de las ciencias sociales.[2] Se denomina también «historia» al periodo que transcurre desde la aparición de la escritura hasta la actualidad.
Más allá de las acepciones propias de la ciencia histórica, «historia», en el lenguaje usual, es la narración de cualquier suceso, incluso de sucesos imaginarios y de mentiras;[3] [4] sea su propósito el engaño, el placer estético o cualquier otro (ficción histórica). Por el contrario, el propósito de la ciencia histórica es averiguar los hechos y procesos que ocurrieron y se desarrollaron en el pasado e interpretarlos ateniéndose a criterios de objetividad; aunque la posibilidad de cumplimiento de tales propósitos y el grado en que sean posibles son en sí mismos objetos de debate.
En medicina se utiliza el concepto de historia clínica para el registro de datos sanitarios significativos de un paciente, que se remontan hasta su nacimiento o incluso a su herencia genética.
A su vez, llamamos «historia» al pasado mismo, e, incluso, puede hablarse de una «historia natural» en que la humanidad no estaba presente (término clásico ya en desuso, que se utilizaba para referirse no solo a la geología y la paleontología sino también a muchas otras ciencias naturales —las fronteras entre el campo al que se refiere este término y el de la prehistoria y la arqueología son imprecisas, a través de la paleoantropología—, y que se pretende actualizar como «gran historia» o «historia profunda»).[5]
Ese uso del término «historia» lo hace equivalente a «cambio en el tiempo».[6] En ese sentido se contrapone al concepto de filosofía, equivalente a esencia o permanencia (lo que permite hablar de una filosofía natural en textos clásicos y en la actualidad, sobre todo en medios académicos anglosajones, como equivalente a la física). Para cualquier campo del conocimiento, se puede tener una perspectiva histórica —el cambio— o bien filosófica —su esencia—. De hecho, puede hacerse eso para la historia misma (véase tiempo histórico) y para el tiempo mismo (véase Historia del tiempo de Stephen Hawking, libro de divulgación sobre cosmología).
La
evolución del Hombre: La cronología
acerca del origen y
evolución humana (Hominización) aun no
es precisa. Existen numerosas clasificaciones, muchas veces contradictorias, pues aun hay varias incógnitas en el estudio del hombre.
De un
modo general, podemos decir que existe un tronco
común entre los grandes monos o primates antropoides (pongidos) y los humanos (homínidos). En algún momento,
esas dos familias formarían y evolucionarían en direcciones diferentes: Los pongidos darían origen a los gorilas, chimpances, orangutanes, etc., en cuanto los Homínidos pasarían a dar formación,
a través de una larga evolución (austrolipithecus, homo habilis, homo erectus, homo neanderthal ) hasta originar al homo sapiens, hombre actual. La Hominización es el proceso de
evolución o transformaciones del ser humano desde sus ancestros más antiguos.
Etapas de la
evolución humana (Hominización)
Los
Homínidos: Los homínidos son
clasificados en dos géneros: el primero genero es el AUSTROLOPITHECUS (del latín australis= meridional, sur + del griego pithecos=mono "mono del sur") que presentaba características físicas aun
distantes del hombre actual. El segundo genero
es el genero HOMO, al que pertenecemos los seres humanos. No se sabe si el hombre actual habría evolucionado del Austrolopithecus o tal vez sea independientes conectados por un ancestro común.Los
primeros homínidos habrían vivido en el territorio de África del Sur-Oriental.
1.
Los Australopithecus
Las tres
especies más conocidas de austrolopithecus son: Australopithecus Afarensis, el más antiguo, habría vivida hace cerca de 3 millones años atrás. El Austrolopithecus Africanus y el Austrlopithecus
Robustus existieron hace 1.5 y 1 de millones de años atrás respectivamente, siendo probable que el Australopithecos Africanus haya dado origen al genero Homo. Estas tres especies son claramente
diferenciadas de los pongidos (pongidae) porque, a pesar de su pequeña capacidad craneana (450 cm3 en promedio), tenían una postura bípeda y no poseían grandes dientes caninos existentes en los
antropoides.
2. Evolución biológica del género Homo
- Homo
Habilis
Articulo Principal: Historia del Homo Habilis
Homo habilis |
Homo Erectus |
hombre de Neanderthal |
Hombre de Crogmanon |
Historia de Egipto | ||||||||||
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Prehistoria de Egipto pre–3100 a. C. | ||||||||||
Antiguo Egipto | ||||||||||
Periodo arcaico 3100–2686 a. C. | ||||||||||
Imperio Antiguo 2686–2181 a. C. | ||||||||||
Primer periodo intermedio 2181–2055 a. C. | ||||||||||
Imperio Medio 2055–1650 a. C. | ||||||||||
Segundo periodo intermedio 1650–1550 a. C. | ||||||||||
Imperio Nuevo 1550–1069 a. C. | ||||||||||
Tercer periodo intermedio 1069–664 a. C. | ||||||||||
Periodo tardío 664–332 a. C. | ||||||||||
Antigüedad clásica | ||||||||||
Egipto aqueménida 525–332 a. C. | ||||||||||
Período helenístico 332–30 a. C. | ||||||||||
Egipto romano y bizantino 30 a. C.–641 d. C. | ||||||||||
Egipto sasánida 621–629 | ||||||||||
Edad Media | ||||||||||
Egipto árabe 641–969 | ||||||||||
Egipto fatimí 969–1171 | ||||||||||
Egipto ayubí 1171–1250 | ||||||||||
Egipto mameluco 1250–1517 | ||||||||||
Edad Moderna | ||||||||||
Egipto otomano 1517–1867 | ||||||||||
Ocupación francesa 1798–1801 | ||||||||||
Egipto bajo Mehmet Alí 1805–1882 | ||||||||||
Khedivato de Egipto 1867–1914 | ||||||||||
Egipto contemporáneo | ||||||||||
Ocupación británica 1882–1953 | ||||||||||
Sultanato de Egipto 1914–1922 | ||||||||||
Reino de Egipto 1922–1953 | ||||||||||
República 1953–presente | ||||||||||
Portal de Egipto |
Los primeros pobladores de Egipto alcanzaron las riberas del río Nilo, por entonces un conglomerado de marismas foco de paludismo, escapando de la desertización del Sahara. Las comunidades originales hicieron habitable el país y se estructuraron en regiones llamadas nomos. Pasado el tiempo y tras épocas de acuerdos y disputas los nomos se agruparon en dos proto-naciones, el Alto Egipto y el Bajo Egipto, para quedar finalmente unificados por Menes hacia el año 3100 a. C., considerado por los antiguos egipcios el primer faraón.
Véase también: Kemet
PrehistoriaEditar
Artículo principal: Periodo Predinástico de Egipto
Tras la progresiva retirada de las glaciaciones, se incrementaron los pastizales y las diversas poblaciones indígenas fueron concentrándose empujadas por el proceso de desertización del Sahara. Existían diversas culturas indígenas identificables por sus diferentes utensilios, objetos cerámicos y ritos funerarios.
El periodo neolítico que comenzó en Canaán hacia el 9000 a. C., llegó a Egipto sobre el año 5000 a. C. Las crecidas del río Nilo como consecuencia de las lluvias en sus fuentes y las torrenteras de arcilla procedentes de Etiopía dieron lugar a ricas y fértiles tierras de limo.
Se conviene que hacia el 4000-3500 a. C. existió una unificación del territorio a través de las previas comunidades locales, los nomos: el Bajo Egipto, cuyas principales ciudades eran Buto y Sais, y el Alto Egipto, con capital en Hieracómpolis, adoptando como principal divinidad a Horus. Conquistado el delta del Nilo, hacia el 3000 a. C., Menes, procedente de Tinis, será considerado por los epígonos de Manetón el fundador de la primera dinastía faraónica.
Historia Antigua: el Imperio faraónicoEditar
Artículo principal: Antiguo Egipto
En el denominado Imperio Antiguo, durante la tercera dinastía, con Dyeser (Zoser), encontramos un dominio del arte y la arquitectura monumental en piedra. De esta época se datan las tres colosales pirámides de Seneferu, la Gran Pirámide de Guiza atribuida a Keops (Jufu) por Heródoto, con la inestimable ayuda de su hija, así como la de Quefrén (Jafra) y Micerino (Menkaura) en la cuarta dinastía. La capital se establece en Menfis y el periodo de mayor esplendor económico se desarrolló a partir del 2400 a. C. con la quinta dinastía. El comercio es fundamental: el trigo se cambia por madera de ébano, oro y especias. La artesanía gozó de un gran auge.
Véase también: Imperio Antiguo de Egipto
Artículo principal: Imperio Medio de Egipto
Posteriormente se vive un periodo de descentralización, en el que se llegan a formar pequeñas dinastías territoriales hasta la aparición de los príncipes de Tebas que vuelven a unificar el país y crean el llamado Imperio Medio que durará hasta 1700 a. C. En este momento el país se extiende desde las primeras cataratas del Nilo (Kush) al mar Mediterráneo, con una gran influencia en todo oriente y norte de África.
Aumenta la producción agrícola y hacia 1990 a. C., bajo el faraón Amenemhat I se alcanza el máximo desarrollo territorial y económico. En el 1830 a. C. se restablece el primer plan de regadíos en el Bajo Egipto que garantizará en el futuro reservas de agua que permitan los cultivos en la estación seca.
Al final de esta etapa se produce la penetración de los hicsos desde Palestina que se instalan en el Delta y se apoderan del gobierno con sus propias dinastías, aunque Kush y Tebas permanecen independientes, no siendo expulsados hasta el 1550 a. C. por Amosis I, con quien comienza el Imperio Nuevo. Con el faraón Amenhotep I hacia el 1500 a. C. el imperio recobra su importancia, a pesar de los graves costes que había supuesto el enfrentamiento con las tribus palestinas. Es el momento en el que se produce una extensión del imperio, donde gran parte de Kush queda bajo el poder autocrático del faraón así como buena parte de Siria y la ribera occidental del Éufrates por el norte. No obstante la fuerza de los hititas hará perder buena parte de los dominios norteños y mantendrá en jaque al imperio, al igual que los libios amenazaban por el Este y Sur. Con Ramsés II se produce la última época de poder absoluto de los faraones. Después le sucede un periodo caracterizado por la gran influencia y poder de los sumos sacerdotes de Amón, hasta tal punto que alrededor del 1000 a. C. dos dinastías se reparten el control del imperio, con la presencia en Tebas de los sacerdotes de Amón como herederos y gobernadores independientes, con el apoyo ocasional de los libios.
El proceso de descentralización es imparable, llegándose a contabilizar hasta veinte reinos distintos, gobernados por los nomarcas, absolutamente independientes a las puertas del 800 a. C. Los enfrentamientos entre los mismos eran constantes hasta que en el 715 a. C., Sabacon, procedente de Kush, volvió a unificar bajo su mando buena parte de los nomos y reincorporó a Kush que llevaba 500 años de independencia.
Véase también: Imperio Nuevo de Egipto
Artículo principal: Periodo tardío de Egipto
Esto no acabó con los procesos desestabilizadores procedentes de los asirios en el Norte y los etíopes en el Sur. El avance del imperio Persa hacia el 520 a. C. de la mano del rey Cambises II dio al traste definitivamente con el imperio faraónico y la dependencia de Egipto por vez primera de reyes extranjeros. Pero sería Alejandro Magno quien, en el 332 a. C. terminaría por conquistar el país.
Término historiográfico usado para referirse al reino franco que dominó la dinastía carolingia del siglo VIII al siglo IX en Europa
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Extensión del Imperio Carolingio a nivel europeo. |
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Capital | Aquisgrán | |||
Idioma principal | Latín | |||
Otros idiomas | Francés, Galoitaliano, Franconio, Sajón, otras. | |||
Religión | Cristianismo | |||
Gobierno | Monarquía absoluta | |||
Emperador | ||||
• 768-814 | Carlomagno | |||
• 814-840 | Luis I | |||
• 840-843 | Lotario I | |||
Período histórico | Alta Edad Media | |||
• Carlomagno rey de Italia y patricio romano | 768 | |||
• Carlomagno coronado emperador | 800 | |||
• El emperador Miguel I Rangabé reconoce el título imperial a Carlomagno | 812 | |||
• Muerte de Carlomagno | 814 | |||
• Tratado de Verdún | 843 | |||
• Disolución | 843 | |||
Superficie | 1 200 000 km² | |||
Población | ||||
• est. | 15 000 000 | |||
Densidad | 12,5 hab./km² | |||
Moneda | Denario |
El Imperio carolingio es un término historiográfico utilizado para referirse al reino franco que dominó la dinastía carolingia del siglo VIII al siglo IX en Europa occidental. Este período de la historia europea deriva de la política de los reyes francos, Pipino el Breve y Carlomagno, que supuso un intento de recuperación de la cultura clásica en los ámbitos políticos, culturales y religiosos de la época medieval. La coronación de Carlomagno como emperador en Roma fue un hecho relevante e importante como signo de restauración de facto del Imperio romano de Occidente. Tras su partición por el Tratado de Verdún en 843, sería sucedido un siglo después por el Reino de Francia en su parte oeste, y por el Sacro Imperio Romano Germánico en el este.
En su apogeo, el imperio tenía una población de diez a veinte millones de personas y una extensión de 1.112.000 km².[1]
HistoriaEditar
Véase también: Carolingios
La dinastía deriva del matrimonio de los hijos de Arnulfo de Metz y Pipino el Viejo, ambos descritos por Fredegario como los señores más importantes de Austrasia. La familia consolidó su poder desde el segundo tercio del siglo VII consiguiendo que el oficio de mayordomo de palacio fuese hereditario, y convirtiéndose así en los verdaderos gobernantes de los francos; mientras que los reyes merovingios quedaban reducidos a un papel nominal, es por ello que se les denomina «reyes holgazanes».
El mayordomo de palacio de todos los reinos merovingios, Pipino el Breve (hijo del mayordomo Carlos Martel y descendiente de Pipino el Viejo), logró destronar a su rey merovingio Childerico III en 751, y fue reconocido rey de los francos con apoyo del papa Zacarías, y posteriormente ungido como rey por el papa Esteban II en 754. Así, aunque Pipino fue rey electo, aseguró su legitimidad divina a través del papa.
En efecto, Pipino consolidó su posición en 754 al fraguar una alianza con el papaEsteban II, quien obsequió al rey de los francos una copia de la Donación de Constantino en París, y le ungió a él y a su familia en una majestuosa ceremonia en Saint-Denis, declarándolo patricius Romanorum («protector de los romanos»). El año siguiente, Pipino cumplió la promesa hecha al papa y recuperó el exarcado de Rávena, recientemente perdido ante los lombardos, entregándoselo al papa en lugar de devolvérselo al emperador bizantino. Pipino entregó también los territorios reconquistados en los alrededores de Roma, dando pie a la creación de los Estados Pontificios en la Donación de Pipino, que dejó en la tumba de San Pedro. La reconstruida monarquía franca proporcionaría una base de poder leal (potestas) en la creación de un nuevo orden mundial, en que el liderazgo religioso-espiritual del papa acrecentó su dosis de poder político-terrenal.
Pipino repartió el reino a su muerte en 768, entre sus hijos Carlos y Carlomán. De todas formas, Carlomán se retiró a un monasterio y murió poco tiempo después, dejando a su hermano como único rey. Éste pasaría más tarde a ser conocido como Carlomagno, en francés Charlemagne y en alemán Karl der Große. Era un personaje poderoso, inteligente y relativamente culto, que se convertiría en una leyenda para la historia posterior tanto de Francia como de Alemania. Carlomagno restableció un equilibrio de poder entre el emperador y el papa.
A partir del año 772, Carlomagno emprendió una larga guerra en la que conquistó y derrotó a los sajones para incorporar sus territorios al Imperio Franco (las últimas incursiones de Carlomagno sobre los territorios sajones está datada en 804 por los Annales regni Francorum). Esta campaña se sumó a la práctica de líderes cristianos no romanos que provocaban la conversión de sus vecinos por la fuerza. Los misionarios católicos francos, junto a otros de Irlanda y de la Inglaterra anglosajona, habían penetrado en territorio sajón desde mediados del siglo VIII, resultando en un aumento de los enfrentamientos con los sajones, que se resistían a los empeños misionarios acompañados de incursiones militares. El principal oponente sajón de Carlomagno, Widukind, aceptó ser bautizado en el 785, como parte de unos acuerdos de paz, pero otros líderes sajones continuaron con la lucha. Tras su victoria en el 782 en Verden, Carlomagno ordenó la matanza masiva de miles de prisioneros sajones paganos. Tras varios levantamientos más, los sajones sufrieron la derrota definitiva en el 804. Esto expandió el Imperio Franco hacia el este, hasta el río Elba, algo que el Imperio romano sólo intentó una vez, y en lo que falló en la batalla del Bosque de Teutoburgo (año 9 d. C.). Para poder cristianizar con más efectividad a los sajones, Carlomagno fundó varias diócesis, entre las que se cuentan las de Bremen, Münster, Paderborn y Osnabrück.
Al mismo tiempo (773-774), Carlomagno conquistó a los lombardos, incluyendo de esta manera el norte de Italia en su esfera de influencia. Renovó el donativo al Vaticano y la promesa al papado de continuar la protección por parte de los francos.
En el 788, Tasilón III, duque de Baviera, se rebeló contra Carlomagno. Tras aplastar la revuelta, éste incorporó Baviera a su reino. Además de expandir los horizontes de sus dominios, redujo de manera drástica el poder y la influencia de los agilolfingos (la familia de Tasilón), otra de las familias influyentes de entre los francos y sus potenciales rivales. Hasta el 796, Carlomagno continuó expandiendo su reino todavía más hacia el sureste, hasta la actual Austria y a partes de Croacia.
Mapas estático y animado de la expansión de los francos.
De esta manera, Carlomagno creó un reino que alcanzaba desde los Pirineos al suroeste, incluyendo de hecho una zona del norte de la península ibérica (Marca Hispánica tras 795), pasando por casi toda la Francia moderna (a excepción de Bretaña, que nunca fue conquistada por los francos), y al este la mayor parte de la actual Alemania, incluyendo el norte de Italia y la actual Austria. En la jerarquía de la Iglesia, los obispos y abades buscaban la protección del palacio del rey, fuente tanto de protección como de seguridad. Carlomagno se había erigido en líder de la cristiandad occidental, además de impulsar un «Renacimiento carolingio» en la cultural literaria, gracias a su apoyo a monasterios como centros de enseñanza.
El día de Navidad de 800, el papa León III coronó a Carlomagno como «Emperador que gobierna el Imperio romano», en Roma, en una ceremonia presentada como inesperada, puesto que Carlomagno no deseaba encontrarse en deuda con el obispo de Roma, y a su hijo Carlos el Joven como rey de los francos. Se trataba de uno más de los gestos llevados a cabo por el papado para definir los papeles de auctoritas papal y potestas imperial; así como para considerarle como sucesor de los emperadores romanos. Esto originó una serie de disputas con los bizantinos por el nombre de Imperio romano. Tras una primera protesta por la usurpación, en 812, el emperador bizantino Miguel I Rangabé reconoció a Carlomagno como emperador (basileus), pero no como emperador de los romanos (Βασιλεύς των Ρωμαίων), título que se reservó el bizantino como el verdadero sucesor de los emperadores romanos. La coronación sirvió para dar una legitimidad permanente a la primacía carolingia entre los francos.
Tras la muerte de Carlomagno el 28 de enero de 814 en Aquisgrán, fue enterrado en su Capilla Palatina.
Carlomagno tuvo varios hijos, pero sólo uno le sobrevivió. Fue Luis el Piadoso, quien sucedió a su padre al frente del imperio unificado. Pero el hecho de que heredase el puesto fue más un asunto de azar que intencionado. Tras tres guerras civiles, Luis murió en 840, y sus tres hijos supervivientes decidieron repartirse el territorio en el tratado de Verdún, en 843:
1. El hijo mayor , de Luis, Lotario I emperador desde el año 817, le correspondió los francos centrales con las capitales imperiales Aquisgrán y Roma. A su vez, sus hijos se dividieron este imperio en Lotaringia, Burgundia e Italia (septentrional). Estas zonas desaparecerían más tarde, integrándose en el Imperio germánico.
2. El segundo hijo de Luis, Luis el Germánico, pasó a ser rey de los francos del este. Esta zona sería el origen de lo que más tarde fue el Sacro Imperio Romano Germánico, que con el tiempo llegó a ser, aproximadamente, la actual Alemania.
3. Su tercer hijo, Carlos el Calvo, pasó a ser rey de los francos del oeste, en disputa con su sobrino Pipino II de Aquitania. La zona que ocupó llegaría a ser la actual Francia.
Más tarde, mediante el tratado de Mersen (870) y Ribemont (880) se realizó una nueva división de los territorios, en detrimento de Lotaringia.
El 12 de diciembre de 884, tras una serie de fallecimientos, el emperador Carlos III el Gordo reunió la mayor parte del Imperio carolingio, sólo Bosón de Provenza resistía como rey en Vienne.
A finales de 887, su sobrino, Arnulfo de Carintia se sublevó y se hizo con el título de rey de los francos del este (actual Alemania). Carlos se retiró y murió poco después, el 13 de enero de 888. Italia, y las dos Borgoñas tuvieron reyes propios. En la Francia occidental, Odón, conde de París fue elegido rey y fue coronado al mes siguiente, pero en Aquitania Ranulfo se proclamó rey. Diez años más tarde, los carolingios recuperaron el poder en Francia, donde gobernaron hasta 987, año de la muerte del último rey de la dinastía carolingia Luis V.
Carlomagno no logró dotar a su Imperio de una organización política que pudiera subsistir por sí misma a las amenazas que se cernían sobre él. Toda la organización del Imperio descansaba sobre una condición necesaria: la fidelidad de los nobles al Emperador y Rey de los Francos y de los Lombardos. Todo ello en un contexto económico y social en el cual los condados se volvían cada vez más autónomos: en principio, como resultaba muy costoso mantener a un guerrero a caballo con todo su equipamiento, sólo los grandes propietarios podían permitírselo y los restantes hombres libres no tenían otra alternativa que encomendarse a un señor como vasallos. Hay que destacar que no existía un ejército permanente en el Reino de los Francos sino que se realizaban levas de armas y cada guerrero debía equiparse por su cuenta. Se vivía en una sociedad rural cuya economía era la agricultura de subsistencia, las ciudades estaban despobladas y reducidas a su mínima expresión y el comercio había prácticamente desaparecido. La burguesía aún no había surgido como clase social y las provincias tenían que subsistir con sus propios recursos.
Así, entre el Emperador y los hombres libres cada vez cobró más fuerza la casta intermediaria de los nobles ante quienes sus vasallos debían responder. Era sólo cuestión de tiempo que en un Imperio tan extenso en el cual las comunicaciones eran tan escasas y deficientes, los vasallos respondieran más ante sus señores locales que ante el Emperador.
Mientras Carlomagno vivió, su extraordinario prestigio, su mano firme y su férrea voluntad, y los beneficios que reportaban a la nobleza las conquistas territoriales, hicieron que se le obedeciera por encima de la desintegración que estaba en ciernes. Únicamente si su sucesor hubiera sido un rey con los talentos de Carlomagno hubiera tenido el Imperio posibilidades de sobrevivir. Pero su hijo Carlos, quien tenía un gran talento militar y a quien Carlomagno había confiado algunas de sus misiones más difíciles, no le sobrevivió.
Ya en vida de Carlomagno se había producido un hecho que permite deducir que algo malo estaba pasando con la fidelidad sobre la base de la cual estaba erigido el esqueleto del Imperio. En el verano del año 807, muy pocos de los señores y guerreros convocados a la asamblea anual se presentaron y, por primera vez, la asamblea no pudo realizarse. Fue un hecho sin precedentes. Carlomagno lo interpretó como una rebelión a su autoridad, envió a los missidominicci a investigar cada condado y castigó con edictos esa creciente deserción.
Muerto Carlomagno y dado el poco talento político de su hijo y sucesor Luis el Piadoso, los hechos se precipitaron. Las guerras civiles entre el monarca y sus hijos acabaron con el prestigio del Emperador. La fidelidad que sólo se mantenía por la extraordinaria figura de Carlomagno desapareció y el Imperio, ya herido de muerte, terminó de naufragar merced a la exacerbación de los ataques de los nórdicos, dando paso al pleno auge del Feudalismo.
El Imperio era inviable dadas las condiciones económicas, políticas y sociales de la época y sólo la fortísima personalidad y el talento de Carlomagno habían podido sostenerlo.
La unificación de la mayor parte de lo que hoy conocemos como Europa central bajo el mando de un sólo líder sirvió de sustrato para la continuación de lo que se conoce como «Renacimiento carolingio». A pesar de las guerras internas casi constantes que tuvo que soportar el Imperio carolingio, la extensión del gobierno franco y la cristiandad romana en un territorio tan vasto aseguró una unidad fundamental los francos dependían en gran medida de cada uno de los líderes y de sus objetivos. Objetivos que cambiaban tan fácilmente como las alianzas políticas entre las distintas familias francas. De todos modos, esas familias, incluidos los carolingios, compartían todas las mismas creencias básicas e ideas de gobierno. Ideas y creencias que tenían sus raíces en un pasado proveniente tanto de la tradición germánica como romana. Una tradición que se remonta a mucho antes del ascenso de los carolingios y que se prolongó en cierta medida de las muertes de Luis el Pío y sus hijos.
Política interior
Economía
Cultura y arte
Véase también
Se suele conocer a este periodo del entorno del año 800 con el nombre de Renacimiento carolingio, no tanto porque diera origen a algo similar al Renacimiento del siglo XV, sino por comparación con la decadencia cultural del periodo anterior.
Carlomagno (como la mayoría de los hombres de su tiempo, incluidos los nobles y muchos clérigos) no sabía leer, ni escribir, ni siquiera aritmética. No obstante, intentó elevar el nivel cultural del Imperio creando la Escuela Palatina de Aquisgrán, y puso en su dirección al célebre Alcuino de York. En ella se formaron él, sus hijos y todos los funcionarios de la corte.
Esta Escuela se convirtió en modelo para la fundación de otras en toda Europa. Divulgó las artes, las ciencias, las letras y todo el conocimiento de la Antigüedad con sus materias:
El arte carolingio estaba basado fundamentalmente en dos estilos: el arte clásico griego 1 y 2 y el arte cristiano, pero con algunas influencias de sus vecinos bizantino e islámico.
Carlosmagno
Organisacion del Imperio
antonio (miércoles, 19 febrero 2020 14:16)
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Armando (jueves, 03 enero 2019 12:10)
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lorenso (domingo, 21 octubre 2018 21:07)
muy buena imformacion
miguel (domingo, 21 octubre 2018 21:05)
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Eperanza de bancor (miércoles, 29 agosto 2018 19:13)
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joaquin quinde (miércoles, 29 agosto 2018 19:07)
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humter (miércoles, 29 agosto 2018 19:01)
Muy buena imformacion gracias
luis alberto (domingo, 26 agosto 2018 13:06)
Muy buena imforacion
Juan (domingo, 26 agosto 2018 11:46)
gracias